Asesinos de sueños. | Vaya Con Dios | Pastor Rony Madrid

Bosquejo

Asesinos de sueños

Cinco armas para proteger mis sueños:

  1. Fe: Coloco toda mi confianza en Dios y en lo que Él me ha prometido.

Con esta arma vencemos al primer asesino de sueños: la Duda.

Génesis 37:5-11

Una noche José tuvo un sueño, y cuando se lo contó a sus hermanos, lo odiaron más que nunca.6 —Escuchen este sueño —les dijo—. 7 Resulta que estábamos en el campo atando gavillas de grano. De repente, mi gavilla se levantó, y las gavillas de ustedes se juntaron alrededor de la mía, ¡y se inclinaron ante ella!8 Sus hermanos respondieron:—Así que crees que serás nuestro rey, ¿no es verdad? ¿De veras piensas que reinarás sobre nosotros?Así que lo odiaron aún más debido a sus sueños y a la forma en que los contaba.9 Al poco tiempo José tuvo otro sueño y de nuevo se lo contó a sus hermanos.—Escuchen, tuve otro sueño —les dijo—. ¡El sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí!10 Esta vez le contó el sueño a su padre además de a sus hermanos, pero su padre lo reprendió. —¿Qué clase de sueño es ese? —le preguntó—. ¿Acaso tu madre, tus hermanos y yo llegaremos a postrarnos delante de ti? 11 Sin embargo, mientras los hermanos de José tenían celos de él, su padre estaba intrigado por el significado de los sueños. NTV

  1. Resiliencia: No permitir que el enemigo destroce mi futuro.

Con esta arma vencemos al segundo asesino de sueños: El desánimo.

Génesis 37:18-21

Cuando los hermanos de José lo vieron acercarse, lo reconocieron desde lejos. Mientras llegaba, tramaron un plan para matarlo.19 —¡Aquí viene el soñador! —dijeron—. 20 Vamos, matémoslo y tirémoslo en una de esas cisternas. Podemos decirle a nuestro padre: “Un animal salvaje se lo comió”. ¡Entonces veremos en qué quedan sus sueños! 21 Pero cuando Rubén oyó el plan, trató de salvar a José.—No lo matemos —dijo—. NTV

  1. Esperanza: Sostener el rumbo en momentos de incertidumbre.

Con esta arma vencemos al tercer asesino de sueños: La apatía.

Génesis 39:19–23

Potifar se enfureció cuando oyó el relato de su esposa acerca de cómo José la había tratado. 20 Entonces agarró a José y lo metió en la cárcel donde estaban los presos del rey. José quedó allí, 21 pero el Señor estaba con José en la cárcel y le mostró su fiel amor. El Señor hizo que José fuera el preferido del encargado de la cárcel. 22 Poco después el director puso a José a cargo de los demás presos y de todo lo que ocurría en la cárcel. 23 El encargado no tenía de qué preocuparse, porque José se ocupaba de todo. El Señor estaba con él y lo prosperaba en todo lo que hacía. NTV

  1. Adoración: Nuestro propósito supremo es dar a conocer a Dios:

Con esta arma vencemos al cuarto asesino de sueños: Egocentrismo.

Génesis 39:2-3

El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en la casa de su amo egipcio. 3 Potifar lo notó y se dio cuenta de que el Señor estaba con José, y le daba éxito en todo lo que hacía. NTV

Génesis 41:38-40

Entonces el faraón preguntó a sus funcionarios: «¿Acaso encontraremos a alguien como este hombre, tan claramente lleno del espíritu de Dios?». 39 Así que el faraón dijo a José: «Como Dios te ha revelado el significado de los sueños a ti, es obvio que no hay nadie más sabio e inteligente que tú. 40 Quedarás a cargo de mi palacio, y toda mi gente recibirá órdenes de ti. Sólo yo, sentado en mi trono, tendré un rango superior al tuyo». NTV

 

  1. Evangelismo: Nuestro gozo es llevar a otros a conocer a Jesús.

 

Con esta arma vencemos al quinto asesino de sueños: Conformismo.

 

Génesis  41:34–35

“ Después el faraón debería nombrar supervisores de la tierra, a fin de que almacenen una quinta parte de las cosechas durante los siete años buenos. 35 Haga que ellos reúnan toda la producción de alimentos en los años buenos que vienen y la lleven a los graneros del faraón. Almacene bien el grano y vigílelo para que haya alimento en las ciudades. NTV

 

Génesis 47:20-26

José, pues, compró toda la tierra de Egipto para el faraón. Todos los egipcios le vendieron sus campos debido a que el hambre era severa. Así que pronto toda la tierra pasó a ser posesión del faraón. 21 Y en cuanto a los habitantes, los hizo esclavos a todos, desde un extremo de Egipto hasta el otro. 22 Las únicas tierras que no compró fueron las que pertenecían a los sacerdotes. Ellos recibían una ración de alimentos directamente del faraón, por lo cual no tuvieron que vender sus tierras. 23 Entonces José le dijo al pueblo: —Miren, hoy los he comprado a ustedes y a sus tierras para el faraón. Les proporcionaré semillas para que puedan sembrar los campos. 24 Después, cuando llegue el tiempo de la cosecha, una quinta parte de los cultivos será del faraón. Ustedes podrán quedarse con las otras cuatro quintas partes como semilla para sus campos y alimento para ustedes, los de su casa y sus niños. 25 —¡Usted nos ha salvado la vida! —exclamaron ellos—. Permítanos, señor nuestro, ser los esclavos del faraón. 26 Entonces José emitió un decreto, aún vigente en la tierra de Egipto, según el cual el faraón recibiría una quinta parte de todas las cosechas cultivadas en su tierra. Sólo la región perteneciente a los sacerdotes no fue entregada al faraón. NTV

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