Cuando reconocemos a Jesús como nuestro Rey, el cielo invade nuestra vida. Su presencia abre los cielos, permitiendo la intervención divina en nuestra esfera de influencia.
Notas del mensaje
Cuando reconocemos a Jesús como nuestro Rey, el cielo invade nuestra vida. Su presencia abre los cielos, permitiendo la intervención divina en nuestra esfera de influencia.
Índice del mensaje
“Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra».” Juan 1:51 NTV
Si establezco a Jesús como mi Rey:
1. La oración se convierte en la invitación constante para que Él intervenga en mi esfera de influencia
“Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.” Hechos 12:5 RVR60
PEDRO SALE DE LA CÁRCEL
2. Él envía a su guardia personal, ángeles que me guarden y me den instrucciones precisas
Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.” Mateo 2:13 RVR60
3. Me llena de Su Espíritu Santo y con ello…
I. Me transforma para bien
II. Me capacita sobrenaturalmente para que cumpla mi propósito
“Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo…” Lucas 1:41 RVR60
